CAPÍTULO I – Muerte entre las flores escribió:
Symon Lynch dormía profundamente ignorando el peligro que lo acechaba. Dos figuras embozadas lo miraban fríamente desde los pies de su catre.
-¿Estás seguro?
-Sí, deberíamos empezar por él. Este vago se quedó aquí durmiendo mientras el resto bajamos a la nave. Es el único que está libre de toda sospecha.
-Entonces debe morir.
-Sí.
El lince ronroneaba inocentemente. Aunque tenía los párpados cerrados, se podía observar el movimiento giratorio de sus ojos tras ellos. Estaba en una fase de sueño muy avanzada.
-¿Cómo lo haremos?
El asesino cogió un enorme ramo de flores, se lo puso sobre el rostro y después lo cubrió con una almohada. Symon se sobresaltó en ese momento, trató de quitarse de la cara la almohada con la que el asesino lo estaba asfixiando, pero el cómplice lo había sujetado firmemente por los brazos. Symon luchó, pataleó, trató de defenderse con unas y dientes… finalmente las fuerzas lo abandonaron y sus brazos cayeron inertes sobre el colchón. El asesino retiró el arma homicida y se fue dejando el cuerpo sin vida de su primera víctima rodeado de las más bellas flores que podían encontrarse en la galaxia.